En este artículo, comentaremos las hazañas del Cid Campeador y analizaremos la veracidad de los hechos que narra su obra.
Esta obra se divide en tres cantares: Cantar del destierro, Cantar de las bodas, y Cantar de la afrenta de Corpes.
-Cantar del destierro (verso 1-1084): Tras una conspiración que hizo ver al Cid como un delincuente, es exiliado del Reino de Castilla por parte del rey Alfonso VI. Por lo que Rodrigo Díaz de Vivar, en busca del perdón del rey, inicia una campaña para recuperar antiguos territorios cristianos. Comienza conquistando Castejón y Alcocer, y tras cada victoria le envía regalos al rey.
-Cantar de las bodas (verso 1085-2277): Para culminar su campaña, el Cid conquista la ciudad de Valencia, con lo que recupera el honor perdido y es perdonado por Alfonso VI. Tanta fortuna del Cid hace que los infantes de Carrión pidan en matrimonio a doña Elvira y doña Sol (hijas del Cid). A pesar de las sospechas del Campeador, éste accede a la petición.
-Cantar de la afrenta de Corpes (verso 2278-3730): Los infantes de Carrión maltratan a sus esposas y las abandonan. Ante esto, el Cid vuelve a perder su honor familiar y pide justicia al rey, el cual accede a celebrar un juicio. El juicio termina con un duelo entre los representantes de la causa del Cid y los infantes de Carrión. Vencidos los acusados, el matrimonio entre doña Elvira y doña Sol con los infantes se anula y la historia acaba con el proyecto de boda entre las hijas del Cid y los príncipes de Navarra y Aragón y, por tanto, con el honor familiar del Cid en su punto álgido.
Pero, ¿es todo esto real o ficticio?
Para empezar, ya ha sido demostrado que el pasaje de "la afrenta de Corpes" es totalmente ficticio, pues ni siquiera se ha podido comprobar la existencia de estos condes. Aunque esto no significa que la obra sea, enteramente, falsa, pues los otros pasajes del poema podrían ser verdaderos.
En cuanto al autor, aún no está claro quién fue, aunque muchos expertos indican que fue Per Abbatt, un clérigo y jurista burgalés, quién escribió esta historia.
Volviendo a la obra, se ha demostrado que no es 100% original, ya que se asemeja mucho a "el cantar del Roldán"; que es otro cantar de gesta de origen francés y que fue escrito años antes que "el cantar del mío Cid". Tanto se parecen, que incluso hay versos que son completamente idénticos, como por ejemplo el verso número 20: "¡Dios, qué buen vasallo, si oviesse buen señor!".
Cabe añadir, que la figura del héroe está muy exagerada, ya que se puede apreciar el gran temor de sus enemigos hacia él; como cuando el Cid hubo fallecido, y pusieron su cadáver montado en un caballo para espantar a los musulmanes, pues
recordaban como el guerrero español mató a muchos de ellos él solo.
Pero, al fin y al cabo, ¿ustedes qué opinan?
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